ARTISTAS LATINOS MAKING GLOBAL
ART
El título Latinos da a entender que existe
"un tipo de arte latino".
Hasta ahora las artes plásticas y audiovisuales han catalogado un arte latino
que desarrolla una conciencia social autóctona y también existe un mercado de
arte latino, con unos canales de difusión y una dependencia económica
específica. Pero el arte latino
no tiene sentido en la red, un entorno concebido como el paraíso del no-lugar,
la compartición, la dilución, el canibalismo, la
contaminación y el equívoco. El objetivo de esta selección es incidir sobre el
carácter globalizador del arte que tiene lugar en la
red a través de la visión particular de unos creadores que comparten una misma
cultura: Antonio Mendoza, Lucas Bambozzi, Zayd Ibn Dawra,
Brian Mackern y Alcides
Martínez Portillo, Retroyou, Gustavo Romano, Mejor
Vida Corp., Santo File, Technologies to the People y Zé
dos Bois
Aplicar
criterios de carácter local, regional o nacional a la hora de seleccionar obras
de net.art es una actitud reduccionista
que carece de sentido en Internet..., sin embargo, todos los autores de esta
muestra son latinos.
Pero... ¿son latinos artistas
que responden al nombre de Zayd Ibn
Dawra, Brian Mackern, retroyou o Technologies to the People?,
¿y son latinas las webs del brasileño Bambozzi y de
los españoles García Andujar, Bellonzi y Casacuberta, todas íntegramente en inglés? Lo son.
Claro que... también cabe preguntarse si todos estos creadores latinos comparten realmente una misma cultura: ¿qué tienen en común
un cubano nacido en Miami y que vive en Los Ángeles (Antonio Mendoza) con un
catalán que pasa la mayor parte del año en Marrakesh
y cuyo hijo se llama Alí (Toni Serra, alias Zayd Ibn Dawra)?
El imaginario común de la metacultura de la red.
Según
David Ross, director del Moma
de San Francisco, una de las 21
cualidades distintivas del net.art
es la de ser un tipo arte
“intrínsecamente global” (1). No añade nada más, pero quizás debamos
recordar aquí que La Aldea Global
fue el primer nombre que Marshall McLuhan
dio a la Tierra en tanto que una sola comunidad de telecomunicaciones (2).
En la red ya no es posible continuar enfocando los discursos y la producción
del arte latino
-o de cualquier etnia, territorio o nación- bajo la bandera de su especificidad
porque el net.art utiliza como soporte de creación y
difusión un medio de comunicación global -Internet- que permite la construcción
de una metacultura global. Las nociones de “tierra”,
“nación” o “patria” resultan ajenas a este contexto.
Anglodependencia y
lenguaje específico
La primera impronta de globalización se detecta en esos trabajos
realizados íntegramente en inglés a los acabamos de hacer referencia. La
elección de esa lengua obedece a una simple cuestión de difusión masiva; es
decir, se trata de obras que no están orientadas específicamente a un público latino, sino a todo el público (que sea capaz de
leer inglés, claro). Pero no nos equivoquemos: la iniciativa no sólo va
dirigida a ingleses o estadounidenses, sino a holandeses, alemanes, rusos,
eslovenos, japoneses..., a todos aquellos que también tienen sus páginas
traducidas al inglés como segundo idioma. Como asegura Minerva Cuevas en su web, “su uso es casi un procedimiento básico para el
intercambio de estrategias, ideas y comunicación en todo el mundo”. Así pues,
el quid de la cuestión reside en determinar hasta qué punto los autores han
escogido libremente esta opción o se ven obligados a hacerlo. A principios de
2000, el comisario y crítico António C. Pinto
expresaba así sus dudas respecto a la conversión de este idioma en un ciberesperanto inevitable: “El problema interesante para los artistas y otros operadores
culturales cuya lengua materna no es el inglés será el de saber si están o no
condenados a traducir y a "localizar" permanentemente sus obras en
función de los espacios geoculturales a los que
pretenden llegar. Y en el caso de una respuesta afirmativa, ¿Qué consecuencias
conllevará dicha situación? ¿Cuáles son las alternativas a la hegemonía
anglosajona en el ciberespacio?” (3). Hoy en día, la colonización anglófona, en
este y en otros campos, es un hecho en Internet y ya sólo podemos intentar
calcular cual es el cambio que esa situación está produciendo en nuestra forma
de percibir, pensar y comprender el mundo.
La lengua inglesa, sin embargo, no es el único condicionante que puede
determinar la universalidad de las obras. En ocasiones, algunos autores deciden
centrarse en el lenguaje específico de la programación, ése que algunos
especialistas han catalogado como perteneciente a la “pura estética net” y que
utiliza exclusivamente los elementos característicos del medio; es decir, el
lenguaje y los códigos de la red. Dentro de esta peculiar estética, destaca el
trabajo que los uruguayos Brian
Mackern y @mp
(Alcides Martínez Portillo) han desarrollado siguiendo las pautas que un día
propusieran artistas como JODI cuando decidieron componer sus obras a partir de
los errores de programación. En el CD Overflow (error de desbordamiento) los caracteres del lenguaje ASCII
desbordan literalmente la pantalla de nuestro ordenador configurando un extraño
idioma que posee el mismo significado en la pantalla de cualquier ordenador
ubicado en cualquier parte del mundo. Este trabajo evidencia la inestabilidad
del medio y de su lenguaje (la programación) utilizando sus mismos recursos
mientras los cuestiona con ironía, juega a desorientar al usuario mediante
sorprendentes relaciones aleatorias, y no desaprovecha la oportunidad de
divertirse -nunca sabremos a ciencia cierta si “con” el usuario o “a costa” de
él-. En cualquier caso, éste nunca podrá controlar por completo este caótico
entorno concebido por quienes se dedican a “explorar
la concatenación aleatoria de eventos a su vez aleatorios”.
Flujo bisentido y
cultura glocal
A pesar del categórico condicionante del idioma, la cultura
global de Internet se está construyendo día a día a partir de una peculiar
bipolaridad: a partir de las aportaciones diferenciales de cada cultura y a
partir de la apropiación y resignificación que cada cultura hace de todo
aquello que encuentra en la red (4). En este medio, no sólo se ha dado el
probado hecho de exportación y universalización de los modelos culturales de
las sociedades avanzadas -y de EEUU en particular- al resto de culturas,
también se ha conseguido andar simultáneamente el camino de vuelta; es decir,
también se está volcando al magma de la red el imaginario específico de cada
cultura, sus signos de identidad, de manera que la contaminación se está
produciendo en ambos sentidos. Al colonialismo cultural anglosajón se le opone
una resistencia que es inherente al propio funcionamiento de la red y que se
resume en una simple máxima que los hackers conocen
muy bien: cuando abres una puerta en Internet la comunicación fluye en los dos
sentidos.
Y de la misma manera que el enlace de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno
dan como resultado una molécula de agua, la mezcla resultante de todas estas
referencias culturales no se reduce a la suma de las partes, sino que se
transforma algo mucho más complejo y “diferente”: deviene cultura glocal.
Quien fuera secretario personal de Marshall
McLuhan y ahora el director del Programa McLuhan de Cultura y Tecnología en la Universidad de
Toronto, Derrick de Kerkhove,
escribe: "Una de las implicaciones
más valiosas de la metáfora de aldea global es la noción de escala. Hay menos espacio para
moverse en una aldea que en una ciudad. Las telecomunicaciones imponen una
asociación forzosa: hemos sido empujados hacia una situación implosiva, y
potencialmente explosiva. Las comunidades humanas viviendo a velocidades
diferentes, con niveles muy distintos de pericia social, están siendo lanzadas
unas sobre otras sin previo aviso o mediación alguna. No hay protocolos que nos
preparen para estas desordenadas confrontaciones, ningún entrenamiento sobre
comportamiento social o colectivo. A medida que aumenta nuestra conciencia
global, más conscientes y celosos nos volvemos respecto a nuestras identidades
locales y de ahí la paradoja de la aldea global. Lo hiperlocal
se hace complemento necesario de lo hiperglobal”
(5).
El lenguaje de los Pájaros [una leyenda oriental] (2000) es un personalísimo trabajo
de Toni Serra -firmado por su alter nomine
Zayd Ibn Dawra- que se constituye como una obra atemporal e insólita
y que sólo se puede definir como poesía en estado puro. En este CD, los textos
persas del siglo XI de Farid Ud-Din
Attar y la música de Wu Tang
Clan, combinados al azar con una serie de 300 fotografías realizadas por el autor
a lo largo de los años y de los países -Brooklyn, El Jadida y Barcelona- nos transportan a un “no tiempo/no
lugar” extrañamente próximo y conocido. Todo cobra sentido entonces, todo es
coherente y reconocible..., aun a pesar de que las imágenes aparecen de forma
aleatoria en nuestra pantalla, generando imprevisibles sentidos en cada nuevo
recorrido.
Después de un trabajo tremendamente complejo y laborioso -el interactivo Interzona,
realizado con cientos de imágenes, textos y audios
procedentes en su mayor parte de Internet- Toni Serra
decidió iniciar una “cura de desintoxicación” y sorprendernos con esta sencilla
y atípica propuesta para recordarnos que el medio no predetermina el contenido
de una obra, que la atemporalidad existe y que no
importa qué exótica combinación tenga lugar entre país, época y soporte cuando
la esencia de una obra posee la capacidad de hablarnos directamente al alma. En
pocos trabajos, texto, imágenes y sonido se han mezclado de una manera tan
insólita y han conseguido crear una armonía tan perfecta. Un trabajo con
corazón.
La incorporación de textos persas del siglo XI a este medio
tecnológico no supone una fractura, sino una complementación que se resuelve en
este impactante híbrido. El
lenguaje de los Pájaros [una leyenda oriental]es un trabajo
que mantiene las señas de identidad de “lo autóctono” en medio de la vorágine
anglófona y del imperialismo cultural estadounidense. Y no es que se resista a
ello, simplemente se dedica a integrar, o mejor dicho, a (con)fundir unas referencias
culturales -ajenas a él por nacimiento, pero no por sentimiento- en el flujo de
la corriente multicultural del arte digital (6).
La idea de construcción de una cultura global a partir de las
aportaciones locales queda reforzada en esta selección por un compendio de
recursos de procedencia latina: el web-ring doble vínculo, y el libro y el software Hipercubo/OK. El primero se define como “una constelación latina de recursos de net.art” donde los 19 espacios que la componen
fueron originalmente una selección propuesta por José Luis Brea con ocasión de
III Jornadas de Arte y Medios Digitales en el Centro Cultural España en Córdoba
(Argentina). Se trataba de una muestra que unió iniciativas independientes de
casi todos los países de Latinoamérica, de España y de Portugal: aleph, artef@ctos_virtuales,
arteuna, artistasdelanada, arts.zin, delete-tv, enconstruccion.org, esferapublica,
findelmundo, hipercubo, [iberoamerica-act], interzona, mearte, Mejor Vida Corp., nettime_latino,
sputnik, undo, unosunosyunosceros y virose.
Este espacio contiene proyectos artísticos y proyectos independientes dedicados
a la reflexión y a la investigación, y aunque en la práctica no haya sido
verdaderamente operativo, originariamente fue constituido como un dispositivo
de coalición: "La idea de doble_vínculo se refiere al modo en que los distintos
sitios se reenvían mutua reciprocidad, formando un sistema comunicativo
amplificado que pone en común recursos e ideas, construyendo así una especie de
ensamblamiento en rizoma expansivo de pequeñas
unidades celulares, una especie de constelación de microcomunidades
que emerge como potencial dispositivo de coalición circunstancial, operando
según una lógica relacional" (7). Integrando a doble_vínculo,
además, Latinos se
convierte en una metamuestra.
El otro aspecto interesante de este compendio de recursos radica
en la selección de un libro
en un contexto tan... ciberespacial.
Se trata del libro Hipercubo/OK. Arte, ciencia y tecnología en contextos próximos,
recientemente editado por los colombianos Andrés Burbano y Hernando Barragán y
donde han colaborado con sus textos Rodrigo Alonso, José Luis Brea, Alejandro
Duque, Gabriela Habich, Eduardo Kac,
Rafael Lozano-Hemmer, Brian
Mackern, Sergio Pineda, Tania Ruiz, Andrés Sicard y Francisco Varela. Resulta fundamental para
comprender el espíritu del libro esta reflexión de Andrés Burbano: “Los cuestionamientos radicales y las
transformaciones que hace el Web de la cultura, de la nuestra y de otras, es
tan fuerte que nos ubica en un sistema intermedio en el cual empezamos a ver la
relación dinámica y estimulante que existe entre nuestros sistemas políticos,
nuestros problemas, y los sistemas políticos y los problemas del Web. A mi
manera de ver, el trabajar a nivel experimental en el Web es una manera de
desequilibrar la polaridad productor-consumidor de tecnología. Los países
latinoamericanos que han sido generalmente consumidores de tecnología, incluso
tardo consumidores, pueden encontrar en el Web una manera de producción
distinta (esto opera de manera seria a las comunidades artísticas). Aprovechar
las condiciones del Web para el trabajo artístico y experimental nos podría
ubicar en un punto nuevo dentro del mundo globalizado, dentro de un planeta
arte distinto...” (8). El libro va
acompañado del CD Hiperlook
1.0 que
contiene un navegador alternativo
cuya misión es deconstruir las webs
revelando los elementos que éstas contienen -códigos, imágenes y otros
componentes básicos- y posibilitando una visión estructural de las páginas a
través de su dinámica “matriz”.
Del anonimato artístico a la identidad corporativa
Para acabar de
desbaratar esa idea de identidad nacional
vinculada al arte, debemos incidir en las facilidades que
proporciona el medio a la hora de mantener el anonimato. Muchos autores se
amparan en un alias por
diversas razones: en la mayoría de los casos sólo pretenden eludir su
protagonismo de artista-estrella y hacer hincapié en la obra antes que en su
persona. Para ello suelen utilizar nombres que designan a grupos -como
Technologies to the People@, o Santo File-, aun cuando estos sean unipersonales.
Esta actitud también responde a la voluntad de otorgar una mayor
responsabilidad al espectador en su tarea de interpretación de la obra -“ce sont les regardeurs qui font les tableaux”,
decía Duchamp-. En otros casos, se trata de adoptar
una nueva identidad incontaminada que diluya las connotaciones nacionales,
geográficas o culturales de su verdadero nombre y que les permita operar al
margen de prejuicios y/o clasificaciones.
Con toda certeza, ninguna de estas intenciones logra eliminar definitivamente
al autor, ni conseguir un verdadero anonimato, pero sus actitudes permanecen
como testimonio de una postura ética que todavía cuestiona la noción de autoría
vinculada al proceso de mitificación del artista.
Pero todavía hay un objetivo que va más allá de la pretensión de eludir el
estrellato artístico o el encasillamiento geocultural:
cuando los artistas asumen nombres (y estrategias) corporativas están tratando,
además, de cuestionar mediante la emulación las estructuras especulativas y
jurídicas de las empresas.
Minerva Cuevas nos recibe en su página con un parpadeante eslogan -“Yes, It’s FREE!”-
que desafía el sistema económico de las corporaciones a la vez que subvierte la
concepción mercantilista del arte; de hecho, ella misma define su web Mejor Vida Corp. como: “el resultado de la desconfianza en las utopías capitalistas, siendo la
subversión una constante dentro de sus procedimientos”. Desde aquí
distribuye gratuitamente una serie de productos -billetes del metro de
la Ciudad de México, tarjetas de lotería, credenciales de estudiante, etiquetas
de código de barras... - y oferta servicios -encuestas, cartas de
recomendación, servicios de limpieza, donaciones públicas... -; su objetivo:
parodiar las estrategias de difusión y consumo a través, precisamente, de una
corporación. Este espacio también informa sobre las campañas mediáticas de
carácter social y político que viene organizando a escala local e
internacional: indigentes, turismo incontrolado, biotecnología, acceso a los
medicamentos, Banco Mundial, etc... Los productos y
servicios destinados a la Ciudad de México, donde la autora vive, se mezclan
con otras propuestas más amplias que afectan a cualquier persona de cualquier
parte del mundo.
Aparentemente este tipo de proyectos parece que pueden
legitimarse al margen de la institución artística, que son autosuficientes y no
necesitan su aval porque la relación directa con el usuario y la permanente
difusión que le proporciona la red ya cubren sus objetivos y necesidades (9). Pero se trata de una ilusión.
Minerva Cuevas está representada por una galería comercial y Daniel García
Andujar -cabeza visible de Technologies To
The People®,la otra propuesta de esta
selección que también asume la ética y la estética empresarial- pasa la mayor
parte del tiempo en festivales, encuentros, seminarios, talleres...; de hecho,
sus presentaciones son una parte muy importante de su trabajo artístico. La
paradoja tiene lugar al constatar que su ubicación en un contexto mediático
(global) no es sustitutiva del contexto institucional artístico (local) porque la
presencia pública, el mayor recurso de promoción y difusión del circuito
artístico, sólo se consigue a través de su mediación. Entonces la estrategia
consiste en...
...utilizar creativamente a la
institución.
Y eso es precisamente lo que han hecho los miembros del colectivo portugués Zé dos Bois con la obra parole, que ha sido especialmente producida para esta ocasión.
Inicialmente el proyecto nació en octubre de 2001 como una agencia de
importación de ciudadanos norteamericanos interesados en formas de vida tan
alternativas como emigrar a Portugal (!?).
En esta ocasión la obra asume el nombre de parole (que significa “admisión
condicional” o “libertad bajo palabra”) y consta de una instalación/performance y una página web: en
La Casa Encendida, el público asistente a la muestra está invitado a rellenar
un formulario que proyecta una serie de mitos y estereotipos sobre la
inmigración y cuyos datos serán posteriormente introducidos en su página de
Internet, accesible a través de una gran pantalla en la instalación. La
peculiaridad: la persona encargada de facilitar los formularios y la
información es un inmigrante ilegal contratado expresamente para trabajar en
esta exposición.
En la web de parole, la acción sucede en la
Europa comunitaria donde se simula y especula de forma lúdica sobre las
situaciones trágicas e ilegales de los trámites relacionados con la
inmigración, y desde donde también se proporciona información útil sobre el
proceso de legalización de inmigrantes en Portugal. Al igual que sucede en la
mayoría de países europeos, la ley de inmigración portuguesa prevé que la
permanencia legal de inmigrantes en su país dependa de la posesión de un
contrato de trabajo, condicionante harto maquiavélico dado que su retorcido
proceso de obtención suele alargarse un año entre idas y venidas burocráticas.
Este trabajo desvela, pues, el sórdido pacto entre la indiferencia estatal y la
inoperancia de las políticas burocráticas de los países del Primer Mundo
respecto a los procesos migratorios del Tercero (10) y cuestiona un caduco concepto de
ciudadanía relacionado con el lugar donde uno nace, no donde uno elige vivir (11).
De la apropiación al canibalismo
Por último, resulta imposible hablar de un arte
autóctono cuando el elemento común a todos estos trabajos es la
utilización del recurso de la apropiación..., que alguno de los autores (!?) lleva al extremo del
canibalismo. Apropiación de imágenes, de textos y de sonidos de la más variada
procedencia, de webs y de software ajenos, de logos corporativos, de estrategias comerciales, de
formularios institucionales..., todos abordan la problemática del libre acceso
a la información mientras arrasan con los derechos de la propiedad intelectual.
Comencemos por una obra que se centra en un interés compartido por todos los
jóvenes del mundo oriental y occidental que tienen acceso a la tecnología:
comencemos con un videojuego. En la serie retroYou
r/c, Joan Leandre
se ha dedicado a deconstruir completamente un
videojuego de carreras de coches tipo Grand Prix. Su incursión en el mundo de los videojuegos no es más
que una consecuencia lógica de la evolución natural de sus intereses y de su
personal manera de enfrentarse a los medios tecnológicos, a menudo actuando
como un depredador. En este caso, Leandre ha
penetrado en los códigos del juego alterando sus características, de manera que
el espectador se ve transportado a una especie de “dimensión desconocida”
regida bajo unos parámetros siempre aleatorios y donde un sonido atronador
-resultado del desbaratamiento de los archivos de audio- facilita, aún más si
cabe, la inmersión del jugador en ese extraño mundo. ¿He dicho jugador? Perdón,
quería decir voyeur. Porque a diferencia de las
anteriores, en esta versión no existen periféricos terminales que permitan al
usuario intervenir en el juego: no hay joystick, ni
ratón, ni teclado, y por no haber no hay siquiera ordenador a la vista; sólo
una gran pantalla que amplifica aún más su sensación de impotencia. La
apariencia de los elementos y las leyes del juego han sido trastocadas para
generar un entorno lo suficientemente reconocible como para incentivar la
participación y lo suficientemente abstracto como para desbordar nuestras
previsiones y nuestros sentidos. Pero no permite la interacción.
Si la condición sine qua non
de cualquier juego es la previa asunción por parte del espectador de unas
reglas conocidas, la desaparición de éstas destruye el juego. Como le pasara a
la Alicia de Lewis Carroll,
el usuario convencional situado en un terreno de juego que carece de reglas se
ve perdido e incapaz de tomar decisiones. Y si además se le impide intervenir
en él, la sensación de impotencia es total. Entonces, ¿qué es una carrera de
coches sin competición? ¿qué es un videojuego sin mando de control y sin
jugador? Pues un anti-videojuego, ...o la posibilidad
de hacer pedazos algo que tiene propiedad registrada.
En su trabajo G.U.N., Santo File atenta contra la
cultura global mediatizada por la economía, apropiándose de tres tipos de memes
(13): visuales -imágenes famosas del
imaginario de los mass-media-, sonoros y textuales
–citas célebres-, recombinándolos con el objetivo de perturbar definitivamente
su significado. Además del acrónimo de “pistola”, G.U.N. son las siglas de Global United Network. Pero estas
palabras, al igual que la mayoría de siglas y palabras que utilizan las
corporaciones, no significan nada. Según Santo File, una parte importante de la
jerga de la nueva economía, con expresiones como “teletrabajo”,
“sociedad de la información” o “transculturalidad”,
se utiliza como masturbación intelectual. Son nociones que se usan en un
contexto donde se les priva de todo significado, convirtiéndose así en memes
meramente formales, en expresiones que no transmiten ninguna información. Al
descontextualizar estos memes
a través de la red semántica de G.U.N., Santo File espera desautomatizar toda la carga de meme-consolador que tienen esos términos y conseguir que los
visitantes reelaboren su gramática y su significado desde su propio punto de
vista. Sólo nos dan un consejo: “Navega
libremente por las páginas de G.U.N. y reinterpreta sus significados”.
Este es uno de los trabajos que mejor se adecua a la idea de arte global aquí desarrollada, pero que
paradójicamente lo hace cuestionando el significado de una serie de expresiones
(New Cultural Order, Corporation, Entertaiment, Teleworking, Teleartist, Globalization, Leisure, Service, Industry, Explotation...) e imágenes representativas de
esa pretendida cultura global
que ostentan las corporaciones de la sociedad de la información: todas se
relacionan y mezclan entre sí en una intricada malla que nos recuerda el sinsentido de una imaginería -y
una palabrería- al servicio
de la nueva economía.
Antonio Mendoza todavía expresa más claramente su desprecio por la propiedad
intelectual: "Utilizad lo que
queráis y como queráis: el copyright es un ataque contra el pensamiento
creativo". Todas sus obras son una especie de metacollages realizados a partir de imágenes, sonidos y scripts pirateados de revistas, libros, CDs,
y webs corporativas y pornográficas (una acertada
combinación); consecuente con su método de trabajo y con su forma de concebir
la red, él mismo alienta a cualquiera que aterrice en sus páginas a hacer algo
similar.
Desde Disco se puede acceder a lara.worm.anime –un surrealista encuentro entre
Anna Kournikova y Lara Croft-, a sex.sit –Hilary,
Bill y Victoria Secrets; Sadam-Satán, ositos de peluche,...- y a la web principal Subculture que
Mendoza define como “un paraíso autista
repleto de información pero salteado de fastidiosos motivos repetitivos”
y cuya navegación randomizada puede conducirnos a
curiosas interferencias entre la imagen de Bin Laden y la bandera estadounidense. Quizás la forma más
precisa de definir su trabajo sea a partir de sus propias palabras clave: war, underground, posthuman, ironic, interface, corporate, commercialization, browser abuse,
audio, animation, robot, machine,
desire, artificial life,
sex, japanese comic, chaos, appropriation, collage, piracy, virus worship, anti-copyright, corporate logo sabotage, disinformation, spam art,... en
cualquier caso, un cóctel epiléptico que aborda de la manera más ácida posible
todas esas referencias y acontecimientos globales que inevitablemente afectan a
nuestras vidas. Imposible eludir, por tanto, el acontecimiento global por excelencia, ese que fue
utilizado localmente por el poder estadounidense para activar el “patriotismo”
-léase “industria armamentística”-, pero de una repercusión política, económica
y mediática sin precedentes.
¿Información “secreta” en Internet? Los límites de la
legalidad y de la vigilancia
Precisamente uno de los de los desafortunados efectos colaterales del 9/11 ha sido el aumento de la
vigilancia estatal en Internet. Amparados bajo la consigna del acoso y derribo
del terrorismo, los gobiernos occidentales han recrudecido sus medidas de
espionaje entre los usuarios de la red invadiendo impunemente su derecho a la
privacidad. Como respuesta a ésta y otras muchas actitudes de vigilancia en
Internet -Echelon, Enfopol,
y Carnívore, pero también páginas corporativas que
recogen información sobre nuestros datos personales y nuestros itinerarios de
navegación-, Lucas Bambozzi ha creado meta4walls, el primero de una serie de proyectos
on line -4 walls projects- que tratan sobre la
vigilancia, la apropiación, la subversión, la privacidad, el poder y la
resistencia. meta4walls simula una especie de meta-vigilancia en la red
utilizando los mecanismos habituales que se emplean para recoger información
personal y otro tipo de datos (formularios, cookies y
cuestionarios). Bambozzi nos invita a visitar unos
cuantos enlaces ilícitos y a acceder a información "secreta",
poniendo a prueba nuestra curiosidad y nuestra integridad –ofreciendo paswords, diplomas universitarios, fichas policiales-. Su
intención es evidenciar la fragilidad de algunos sistemas, pero también sugerir
que nuestra privacidad está en peligro.
Y también nos facilitan información secreta a través de Internet las propuestas
de Technologies To
The People®,
y Gustavo Romano. Desde la primera, su representante Daniel García Andújar nos propone una arriesgada iniciativa: The Famous Art Power
Database for ARTIST, un espacio que contiene
informaciones y noticias útiles exclusivamente destinadas a los artistas que
trabajan en Internet: todo lo que hay que saber para realizar su propia página web, pero también textos sobre todo tipo cuestiones legales
e ilegales en la red. La web está dividida en varias
secciones temáticas muy especializadas: Delito Informático y Propiedad
Intelectual, Diccionario de Hackers y Glosario Linux,
un sector dedicado a la difusión de herramientas de ataque y defensa, y un
compendio de conocimientos básicos sobre actividades de dudosa legalidad y/o
moralidad. Esta base de datos de armas informáticas (textos y programas) se
encuentra al servicio de cualquier persona que decida hacer uso de ellas... y
que sepa como utilizarla. Resguardado en el anonimato, un usuario neófito puede
seguir las sencillas instrucciones que ofrece para introducirse en los
ordenadores ajenos o infectar servidores. Cualquiera de estas operaciones es
ilegal, y así lo advierten repetidos anuncios en la pantalla de nuestro
ordenador -Technologies To The People,
its members and Art Power
Database's contributors will in no case be held responsible for any misuse of
the information provided. You do the crime, you
do the time-, pero desde Technologies to The People
han decidido confiar en el buen juicio y en el sentido de la responsabilidad del
usuario. Que se pueda acceder libremente a la información no significa
forzosamente que se deba hacer (mal)uso de ella... ¿o sí?
Algo similar propone Gustavo Romano en su nuevo proyecto: bajo la estética de
un zoológico del ciberespacioCyberzoo
nos permite, en
la seguridad de nuestro PC, experimentar los más salvajes virus informáticos
enjaulados en su servidor. Del mismo modo que los zoológicos tienen por
objetivo la investigación, reproducción y conservación de especies amenazadas
en peligro de extinción, CyberZoo está involucrado en
programas internacionales de cría en cautividad de especies amenazadas de virus
y participa en diferentes proyectos de recuperación y reintroducción de vida
artificial. La web nos propone un tour por diferentes tipos de virus en
cautividad, que en este entorno podemos observar en acción, tal y como se
muestran en las pantallas de los ordenadores cuando viven en libertad. Para
ayudar al crecimiento de la fauna salvaje en la red, la web
también contiene una sección desde la cual los usuarios pueden enviar postales
con virus y otra donde es posible hacer donaciones.
Los controvertidos proyectos de Lucas Bambozzi,
Daniel García Andújar y Gustavo Romano nos plantean
varias preguntas, la principal de ellas sobre las verdaderas intenciones de
estos autores ¿Su objetivo es favorecer el conocimiento mediante la difusión de
datos ilegales, peligrosos o restringidos?, ¿o es cuestionar el uso del libre
acceso a una información que cualquier usuario puede manipular impunemente,
resguardado tras el impersonal parapeto de su ordenador?
++++++++++++++++++++++++++++++++
Desde el espíritu integrador y pluricultural del trabajo de Zayb
Ibn Dawra, desde la
adopción de una estética y un lenguaje específico del medio propuesto por Brian Mackern y @mp, desde el pacto de coalición de doble_vínculo
y desde la predisposición reflexiva e investigadora de Hiperlook,
desde el desafío que Mejor Vida Corp lanza al sistema
corporativo y al mercado del arte, desde el cuestionamiento del libre acceso a
la información, la reivindicación del derecho a la privacidad o los límites de
la legalidad que plantean Technologies to The People, Gustavo Romano y
Lucas Bambozzi, desde la denuncia de una cultura
global mediatizada por la economía de Santo File, desde el desprecio a la
propiedad intelectual y a la propiedad registrada del que hacen alarde Antonio
Mendoza y retroyou, y desde la crítica a la
inoperancia de las políticas burocráticas de inmigración del Primer Mundo de Zé dos Bois.... Ya sea desde las
propuestas más conciliadoras o desde la osadía de los proyectos más
subversivos, todas las iniciativas críticas de estos autores trascienden la
idea de territorio o la noción de patria para hablarnos de lo que está pasando
aquí y ahora, en nuestra propia casa. En este planeta.
Laura Baigorri
noviembre de 2002
NOTAS
______________________________________
1.
David Ross Net.art in the Age of Digital Reproduction
http://switch.sjsu.edu/web/ross.html 2 de marzo, 1999. (VOLVER)
2. Marsahll McLuhan. The Global
Village. Oxford University Press, 1989. (VOLVER)
3. António Cerveira Pinto Net.art y comunidades virtuales http://www.meiac.org/actividades/sat_1.html
Seminario de Arte y Tecnología del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte
Contemporáneo de Badajoz. Enero de 2000. (VOLVER)
4. Gerardo Mosquera, en el II Foro Latinoamericano http://www.meiac.org/actividades/forolatino.html
celebrado en el MEIAC de Badajoz en 1999, se refería a estos
procesos que desde hace mucho más tiempo ya se vienen dando en la cultura
urbana, de la siguiente manera: “Los
elementos culturales del nuevo medio no sólo imponen, también se asumen, revirtiendo
el esquema de poder mediante la deglución de los instrumentos hegemónicos. Se
producen así orientaciones e invenciones de la metacultura
global desde posiciones subalternas. Hoy hay mucha y muy diversa gente haciendo
"incorrecta" y desembarazadamente la metacultura
occidental a su propia manera, reconstruyéndola desde una pluralidad de
perspectivas”. (VOLVER)
5. Derrick
de Kerckhove, “La aldea global en la era neonacionalista” en La piel de la cultura. Investigando
la nueva realidad electrónica. Gedisa, Barcelona,
1999. (1ª ed. The
Skin of Culture. Somerville House Books llimited, Toronto, 1995). (VOLVER)
6. “El "arte digital" es el arte del "mundo global". Y
el "mundo global" es una forma totalmente nueva de hiperrealismo en
red, de la representación del mundo confundida con su propia percepción, de la telepresencia constante, de la gran interactividad y de la
promesa de una nueva democracia, que por ahora espera impacientemente su Montesquieu. Internet es, por así decirlo, el estado
instantáneo y actual de esta mutación de la civilización. No sabemos dónde irá
a parar esta magnífica y caótica red. Se sabe, por ahora, que es capaz de
generar simultáneamente la globalización y la localización de las identidades y
de la comunicación. Esta globalización local y localización global, por así
llamarlo, es una realidad compleja y sobretodo exigente. Ignorarla significa ya
una cierta forma de exclusión (o de auto-exclusión)”. António C Pinto. Ibídem (VOLVER)
7. Y José Luis Brea continúa: “Es obvia la dimensión política de tales ensamblamientos, y que ella es una de sus cualidades más
importantes. Lejos de ser nuestra intención disimularla o ignorarla, nos
planteamos al contrario trabajar sobre ella en el complejo contexto histórico
de la globalización actual, en el que ciertas líneas de fortaleza económica o
industrial van inevitablemente ligadas a otras de hegemonía cultural: nuestro
objetivo no es tanto disponer de una línea cerrada de resistencia (o de defensa
de una figurada identidad "latina"), como estimular el desarrollo de
dispositivos de reflexión, resitencia y criticidad que
puedan desplegarse como operativos de coalición alrededor de circunstanciales
elementos de encuentro: el idioma común, eventuales afinidades culturales,
electivas, cualesquiera efectos paralelos de identidad o de diferencia,
cualesquiera rasgos en los que anudarlíneas, trazas,
puntos o fugas...”. doble_vínculo#
http://www.aleph-arts.org/doble_vinculo/presentacion.html (VOLVER)
8 . Andrés Burbano en “Home Site Home. Parte II (Nuevas Formas)”, http://www.latinart.com/spanish/aiview.cfm?id=59
publicado en Latinart.com,
mayo de 2001. Hiperlook 1.0 http://hipercubo.uniandes.edu.co/hiperlook/
(VOLVER)
9.“Al
forjarse una identidad corporativa y escoger el espacio público para
manifestarse y precisar su radio de acción (espacios de articulación urbana y
espacios públicos de comunicación mediática), iniciativas como esta, a pesar
de, o tal vez porque parten de una plataforma artística, ya no parecen requerir
del aval de la institución artística en cuanto a su proceso de legitimación,
(auto)colocación y difusión, sino que, por el contrario, consiguen replantear
algunas de sus funciones, puesto que funcionan de manera autosuficiente dentro
del propio contexto que las genera y las acoge. Así, instauran una red de
intercambios que desafía los límites físicos y restringidos del marco
institucional que le resta movilidad a las relaciones participativas que
establecen con el espectador. El hecho de que estas manifestaciones artísticas
opten por buscar otro tipo de estructuras que las alberguen, como es el caso de
la red que funge como soporte y como medio interactivo de promoción y difusión
en gestación y actualización constante, nos pone ante la evidencia de que ya no
nos encontramos en una esfera de comunicación diferida, sino simultánea y
expansible, en la que la información, mediante un comportamiento aparentemente
autónomo, se erige como arquitectura despegable, fragmentable,
transferible y propagable. En otras palabras, estas
propuestas plantean un cuestionamiento implícito en los modos de acceso,
comunicación e interacción con la obra dentro de los marcos del espacio
institucional. Mientras que el espacio de exhibición aún parece requerir de
instrumentos de mediación, estas piezas, al presentarse a manera de interfase,
se dirigen e interpelan directamente al espectador, haciendo de él un usuario
más que un consumidor pasivo”. Magali Arriola,
“Razón social”, http://www.enconstruccion.org/razon_social.htm
Simposio Internacional de Teoría de Arte Contemporáneo (SITAC), México DF, (VOLVER) 2002.
10. “Estos recién llegados vagan por las ciudades europeas sin documentos,
se convierten en blanco de las redadas policiales, se hacinan en centros de
deportación para ser posteriormente repatriados a su (Tercer) Mundo. La
proliferación de personas de la periferia por todo el mundo no sólo se ha
acelerado, sino que se ha hecho más brutal, desesperada e inhumana”.
Václav Belohradský,
“Globalización: toda la basura en una sola palabra”, en Brumaria. Prácticas artísticas
estéticas y políticas n.1, Madrid, verano de 2002. (VOLVER)
11. VV.AA. Global Citizenship http://www.noborder.org/webjournal/sat_item.php?id=11,
Webjournal del Make-World
Festival http://make-world.org/,
Munich, octubre 2001. (VOLVER)
12. meme: “idea contagiosa que se replica como un virus,
propagándose a través de las redes de comunicación y entre las personas”.
Dawkins, 1976. Richard Dawkins es autor, entre otros
libros, de The Selfish Gene, Oxford University
Press (1990) y The Meme Machine, Oxford University Press (2000). (VOLVER)