Dispositivo performático.
Microscopio, cámara de vigilancia, viewfinder.
2001

Dentro del visor del microscopio se ha colocado un pequeño monitor que recibe la señal captada por una cámara de vigilancia ubicada en el techo y que apunta en el mismo eje que el microscopio.
Al mirar por el visor, el espectador verá su propia imagen contemplándose a sí mismo.

Pequeños mundos privados se presenta ya no como un objeto artístico, sino más bien como un dispositivo performático por medio del cual el espectador se descubre a sí mismo como objeto de vigilancia, como espécimen a investigar.
Este particular dispositivo diseñado por el artista remite a una estructura de mise en abîme  en la que la obra pone frente a frente dos clases de evidencia: la evidencia óptica por un lado y la evidencia de la presencia por el otro. Evidencias que por el juego mismo de su conflicto harán que cada término pierda su verdadera consistencia.
Gustavo Romano realiza sus instalaciones y objetos utilizando diversos medios como el video, la fotografía, o Internet, desde una óptica existencial sobre lo íntimo, la subjetividad, la memoria y la imposibilidad de asir la experiencia de uno mismo. Y a pesar de esa imposibilidad, en sus trabajos se denota el esfuerzo casi obsesivo en tratar de lograrlo.
Sus acciones mediatizadas, videos de rayos X, fotografías satelitales, delatan una realidad construida por los medios tecnológicos para la cual los sentidos se demuestran inservibles e inútiles al conocimiento, y cuestionan tanto la veracidad en la documentación de la experiencia como la existencia misma de lo real.
Pequeños mundos privados es un múltiple de 3. Una forma parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, otra fue adquirida por la fundación Arco.